El aprendizaje a través del juego

El juego, además de ser un actividad natural en los niños, se considera como una estrategia didáctica básica porque a través de él es posible propiciar que los niños aprendan, pongan a prueba sus conocimientos, ejerzan y desarrollen sus habilidades intelectuales como la memoria, la atención, el lenguaje en sus diversas manifestaciones y sus capacidades de relación social y afectiva. Conforme crecen, los niños y las niñas van desarrollando capacidades para realizar juegos de distinto tipo en los que manifiestan no solo habilidades motrices, sino formas de organización y estrategias personales o acordadas para darle sentido al juego. Además de los espacios que necesariamente deben existir durante la jornada para el juego libre y espontáneo, es importante emplear el juego con intención didáctica, ya que sin perder su sentido placentero, puede contribuir al logro de los propósitos educativos. Las reglas pueden variar en su nivel de complejidad y los niños suelen ser hábiles no solo para entender y asumir dichas reglas, sino para proponerlas en los juegos que ellos mismos organizan. Sin embargo, la disposición de lo niño para jugar con reglas puede variar, habrá quien las acepte con facilidad, quienes las apliquen por imitación o quienes muestren cierta resistencia ante la realización de las actividades.

Ante estos retos para manejar las diferencias, la educadora deberá encontrar alternativas que impulsen a los niños a participar, probando distintas formas de organizar al grupo y ofreciendo opciones individuales cuando el caso lo requiera. El papel de la educadora es fundamental en la organización y el desarrollo del juego. Una condición a tener en cuenta para que el juego sea legítimo, es evitar la directiva o asumir el liderazgo, indicando permanentemente a los niños qué hacer y cómo hacerlo, pues se trata de favorecer la participación y la iniciativa en los pequeños, así como la capacidad de organización y asunción de roles; sintiéndose libres, lo niños podrán usar la capacidad imaginativa, creativa y comunicativa.

A mi consideración fué un tema relevante este periodo, ya que elegí esta estrategia básica de aprendizaje para trabajar durante la cuarta jornada de práctica en el preescolar, llamó mi atención, ya que mientras más natural sea el medio de enseñanza que se brinda en preescolar, más significativo se vuelve el aprendizaje en los niños el juego es la mejor estrategia para ello, ya que el juego, representa la forma de participación natural, atractiva, divertida y sobre todo enriquecedora. Es la oportunidad perfecta para enseñar a los niños aquellos conocimientos, habilidades y destrezas de las que están desprovistos al ingresar al preescolar. Por ello, la planeación, ejecución y evaluación del mimo, e deben dar de manera consciente y sobre todo adecuada, ya que no solo se ponen en juego la percepción del niño acerca del juego, sino los conocimientos que ellos adquieren al convivir en el medio con sus pares, ya que además favorece la socialización ya afectividad en el niño. Por todo esto, el juego e una fuente enriquecedora de experiencias que le brindarán las herramientas al niño para apropiarse del aprendizaje significativo que empleará en adelante dentro de su entorno sociocultural.